¿Por qué son comunes en verano?
¿Tu hijo/a suele enfermarse del estómago en los meses de verano y aún no sabes por qué? Te contamos las principales razones y cómo evitar que se repita en el futuro.
La gastroenteritis es la inflamación del estómago y del tubo digestivo que puede ser causada por distintos agentes externos, como virus (rotavirus, adenovirus, norovirus) bacterias (Escherichia coli, Salmonela, estafilococo), ingesta de fármacos o tóxicos químicos.
La presencia de estos agentes externos irritan e infectan el revestimiento del estómago, intestino grueso y delgado, y con ello, aparecen diversas molestias como dolor abdominal, diarrea, vómitos, fiebre y malestar general.
La gastroenteritis es bastante común en niños menores de 5 años y en casos agudos, puede llegar a requerir de hospitalización, es por eso que la prevención es clave y contar con la información precisa, nos ayudará a evitar episodios de malestar y deshidratación.
Medidas de higiene: nuestro mejor aliado
Cuando llegan las vacaciones, queremos relajarnos en todo sentido, sin embargo, las medidas sanitarias deben estar siempre presentes, sobre todo si se trata de prevenir enfermedades como la gastroenteritis.
Tal como nos explica Victor Baez, Técnico en Telemedicina de Docmovi, muchos contagios son perfectamente prevenibles con una buena higiene a la hora de comer:
Las frutas y verduras pueden ser fuente de infección, y durante las vacaciones, tanto niños como adultos muchas veces las comen sin lavarlas previamente. Por eso, las consultas por gastroenteritis suelen aumentar en esta época del año.
Al igual que con el lavado de frutas y verduras, consumir alimentos bien almacenados es muy importante. Por ejemplo, en el caso de mariscos, mayonesas, preparaciones con crema o helados, es esencial que sean guardados manteniendo la cadena de frío, así estarán en buen estado al momento de comerlos o cocinarlos.
Si vas a ir a acampar o ir de vacaciones a algún lugar en que es difícil mantener alimentos que requieran refrigeración, es preferible consumir aquellos que puedan mantenerse a temperatura ambiente (enlatados, alimentos no perecibles).
También, debemos estar atentos al agua y de que esta sea apta para el consumo. Algunas bacterias, como la Helicobacter pylori, están presentes en las fuentes de agua no potable, y su presencia puede provocar malestares estomacales a corto plazo y problemas más graves a largo plazo, como la úlcera péptica o el cáncer de estómago.
¿Qué hacer si se presentan síntomas?
Por lo general, las gastroenteritis se superan con reposo, dieta e hidratación. Este último punto es esencial, ya que por los vómitos y diarrea propios de esta patología, la persona pierde mucha agua y es necesario recuperarla para evitar la deshidratación.
En caso de que los síntomas se mantengan luego de tres días, es recomendable acudir a un médico para que recete el tratamiento adecuado, sobre todo si se trata de niños pequeños (menores de dos años) o adultos mayores de 75 años, ya que son el grupo de mayor riesgo y que pueden sufrir complicaciones más graves por gastroenteritis.
¡Recuerda las medidas de higiene y prevención para evitar episodios estomacales en verano, y durante todo el año!