Conoce más sobre esta condición
¿Crecer duele? ¿Debo preocuparme cuando mi hijo/a se queja de molestias en sus piernas? Hoy, resolveremos las dudas más usuales sobre esta condición propia de la infancia.
El dolor es como un moderno y completo sistema de alarma que viene instalado “de fábrica” en nuestro cuerpo. Así como se activan las alarmas de la casa o el automóvil cuando alguien intenta entrar a la fuerza, el organismo también puede avisarnos cuando existe una amenaza para nuestra salud.
Aunque hay personas que lo perciben con mayor o menor intensidad, todos los seres humanos tenemos la capacidad de identificar el dolor desde que nacemos, hasta que morimos. Pero, ¿el dolor siempre es sinónimo de problemas? ¿Hay dolores propios de la etapa de crecimiento o desarrollo?
Dolor Óseo Recurrente Benigno: la explicación a algunas molestias infantiles
El concepto “dolores de crecimiento”, cuyo término médico correcto es en realidad “Dolor Óseo Recurrente Benigno”, proviene de una serie de molestias o dolores que experimentan los niños durante su etapa de crecimiento, y específicamente entre los 4 y 10 años, que coincide con la edad en que son más activos.
Como explica nuestro pediatra, Dr. Maurice Murat, es necesario comprender que este tipo de dolores, que suelen presentarse como molestias punzantes y agudas en muslos o pantorrillas, no se deben al crecimiento propiamente tal:
Comúnmente se le llama “dolor de crecimiento”, pero en realidad no es correcto utilizar esta definición, sencillamente porque crecer no duele. El Dolor Óseo Recurrente Benigno es un fenómeno bastante habitual que se genera por otras causas diferentes al crecimiento.
¿Qué gatilla la aparición de estos dolores?
Por lo general, el Dolor Óseo Recurrente Benigno se presenta en horas de la tarde o noche, luego de días ajetreados de mucha actividad y movimiento. Pueden ser dolores intensos y agudos que inician brúscamente, provocando incluso, que los niños despierten en plena noche por su causa.
¿De dónde proviene el dolor? Tal como señala el Dr. Murat, se genera por micro-traumas que producen inflamación en músculos y articulaciones. Normalmente, al niño le cuesta identificar el origen de la molestia, pero sí podrá señalar la parte del cuerpo que le duele, por ejemplo, los muslos.
¿Cuándo debería consultar al pediatra?
Aunque es un fenómeno bastante usual, es importante tener claro cuándo será necesario pedir una opinión experta para aliviar a tu hijo/a.
El Dolor Óseo Recurrente Benigno, tal como dice su nombre, puede aparecer en diversas ocasiones (más de una vez al mes) y no representa un peligro en el desarrollo normal de los niños, pero sus episodios son puntuales y no debiesen persistir hasta el día siguiente.
Si el niño/a despierta con dolor e inflamación visible en sus extremidades, le cuesta mover las articulaciones y el dolor no cede con analgésicos y antiinflamatorios, es necesario visitar al pediatra para una evaluación más detallada.
Si quieres conocer más sobre el Dolor Óseo Recurrente Benigno, te invitamos a ver el siguiente video publicado en nuestro canal de YouTube con los consejos del Dr. Maurice Murat. ¡Toma nota!
