Tiene el tamaño aproximado de un puño y su principal función, es bombear sangre a cada célula y órgano de nuestro cuerpo para oxigenarlos, nutrirlos y purificarlos. Suena bastante importante, ¿no creen?
¡Claro que lo es! Y es justamente por esta razón, que mantener un corazón sano y fuerte es esencial para todo ser vivo. Sin él, simplemente no existimos.
¿Qué podemos hacer para contribuir a una buena salud cardiovascular? Existen varios factores que ayudan a fortalecerla, y una de las más básicas y sencillas, es caminar.
Cuidar el corazón: una tarea que está al debe
Según las estadísiticas obtenidas en la última Encuesta Nacional de Salud realizada en Chile, las enfermedades del sistema circulatorio son la primera causa de muerte en el país, seguidas muy de cerca por el cáncer (ya es primera causa de muerte en 5 regiones).
¿Cuáles son las principales razones tras esta realidad? En cuanto a la salud cardiovascular y exceptuando los problemas congénitos, los hábitos son determinantes. El sedentarismo, tabaquismo, obesidad, colesterol alto y el estrés perjudican tremendamente a nuestro corazón. Es necesario agregar, que los hábitos poco saludables también aumentan nuestro riesgo de enfermar de cáncer.
El paso a paso hacia un estilo de vida más salubable
Aunque parezca muy simple, caminar es un excelente ejercicio para la salud de nuestro corazón, y de todo el organismo.
Dentro de sus beneficios, que han sido estudiados y comprobados por investigadores de prestigiosas universidades como la Escuela de Medicina de Harvard, hacer caminatas diarias a un paso activo reduce en un 31% el riesgo de sufrir enfermedades o eventos relacionados a la salud cardiovascular (tanto en hombres como mujeres).
Complementando lo anterior, investigadores de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) estudiaron a un grupo de 4.840 adultos, de 40 años en adelante, durante tres años (de 2003 a 2006), para comprobar cómo los beneficiaban las caminatas diarias.
En el estudio, concluyeron que quienes caminan 12.000 pasos al día tienen un 65% menos de riesgo de muerte asociada a enfermedades cardíacas y cáncer en comparación a aquellos que dan 4.000 pasos diarios. Sin embargo, en personas mayores de 70 años, 4.400 pasos diarios es una cantidad suficiente para experimentar beneficios, incluso a una intensidad moderada-baja.
Otros beneficios de las caminatas diarias
¿Usas el automóvil para todo? Una buena forma de comenzar a moverte más, es hacer pequeños cambios. Por ejemplo, bajarse antes del autobús y recorrer el último trayecto a pie es una buena idea.
También, puedes hacer paseos en compañía de familia y amigos (siempre teniendo en cuenta las medidas sanitarias por el COVID-19) y hacerlo parte de tu rutina. Verás que además de sentirte mejor y más relajado/a, todo tu cuerpo estará más oxigenado y menos tensionado.
Caminar a diario, como todo ejercicio físico, te ayudará a estar en forma, quemar calorías y reducir tu ansiedad por comer alimentos o snacks azucarados, como chocolates.
Junto con esto, caminar puede ser una buena herramienta de prevención contra la artritris y para quienes ya padecen la enfermedad, una forma de reducir el dolor en las articulaciones.
Por último, aunque podríamos seguir nombrando innumerables beneficios, organismos como la Sociedad Americana del Cáncer, han realizado estudios que afirman que la actividad física como las caminatas, pueden reducir hasta en un 14% el riesgo de cáncer de mama.
Luego de leer este artículo, ¿ya te animaste a dar un paseito? ¡Inclúyelo en tu rutina diaria y comprueba sus beneficios!
